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Técnicas generales del trabajo de investigación científica (página 2)




Enviado por alroca123@yahoo.es



Partes: 1, 2, 3

1.1.1.    Noción.-

Adviértase que con el nombre de técnicas generales del
trabajo de investigación
científica se quiere diferencias las técnicas
generales que se refieren al trabajo de investigación en sí,
como tal, de las otras técnicas generales de
investigación científica, como las de documentación, lectura y redacción que, aunque son
técnicas de general y obligado empleo en toda
investigación científica, no son exclusivas ni
atañen directamente a la investigación
científica en cuanto tal.

1.1.2.     Aspectos
Fundamentales.-

Las técnicas referidas anteriormente, teniendo en cuenta
su mismo nombre, presentan los siguientes aspectos
fundamentales:

           
En primer lugar, son formas de actuación práctica y se
concretan en reglas que especifican y orientan la acción investigadora.

           
En segundo lugar, son generales, en el sentido indicado de no
peculiares de una ciencia determinada sino
comunes a todas ellas.

           
Por último, se refiere al trabajo de investigación
propiamente dicho y no a la investigación científica en
toda la amplitud de su significado.

           
En general, las actuaciones de la investigación
científica presuponen en los investigadores una actitud: la actitud
científica.

           
Esta actitud se puede hacer consistir sintéticamente en la
capacidad de admiración y asombro ante las realidades de la
naturaleza, el hombre y la sociedad; en la curiosidad
insaciable por conocerlas cada vez más profundamente y
desvelar sus secretos, y, sobre todo, en la penetración para
intuir los integrantes que abren a nuestra inteligencia y para precisar
los problemas que plantean
susceptibles de investigación científica.

           
 En último término, pues, la actitud
científica debe conducir a la formulación de cuestiones
desconocidas o problemas científicos y a la realización
de investigaciones científicas
para resolverlos.

1.1.3.     Contenido.-

De acuerdo con la actitud científica general
señalada, el estudio en primer lugar de las reglas
referentes al trabajo de investigación se puede centrar en
los siguientes puntos:

a)           
El acto de investigación en cuanto tal.

b)           
Las operaciones generales de la
investigación científica, y

c)           
El investigador.

Es necesario indicar a éstas alturas del trabajo, que los
puntos indicados anteriormente serán desarrollados a lo
largo del presente trabajo en forma detallada a fin de tener un
cabal conocimiento de los
mismos. 

Una investigación es científica cuando
cumple los siguientes requisitos:
1) versa sobre
un objeto reconocible y definido de tal modo que
también sea reconocible por los demás; 2) tiene
que decir sobre esta objeto cosas que todavía no han
sido dichas o bien revisar con óptica diferente
las cosas que ya han sido dichas; 3)tiene que ser útil
a los demás; 4)debe suministrar elementos para la
verificación y la refutación de las hipótesis que
presenta, y por tanto tiene que suministrar los elementos
necesarios para su cumplimiento público.

                
UMBERTO ECO

1.2. EL ACTO O
PROCESO DE
INVESTIGACIÓN

Las reglas que forman las técnicas generales del trabajo
de investigación científica, referidas al proceso de
investigación en cuanto tal, guardan relación con los
tres temas siguientes:

1.-        Presupuestos en que se basa la
investigación científica, en cuanto fuente de la ciencia.

2.-        Actitud que se
debe adoptar en la tesis o investigación
científica con relación al conocimiento precedente.

3.-        Actitud respecto
al trabajo de investigación en general.

1.2.1.    Presupuestos en que se basa la
investigación científica.

Si se toma  como punto de partida el hombre, microcosmos que
comprende todo lo observable, en el universo se pueden distinguir
dos mundos:

Mundo exterior, de la realidad espacio-temporal, dotado de una
existencia independiente del pensamiento;

Mundo interior, de la razón y de la conciencia y sus
manifestaciones.

Ambos mundos son de naturaleza diferente, pues, el mundo
exterior es el mundo verificable de los cuerpos, es decir, de la
extensión y la localización, y el mundo interior no se
ha podido comprobar hasta ahora su materialidad, ni que
posea las propiedades indicadas de los cuerpos: la extensión
y la localización propias e independientes en el espacio.
Sin embargo, aunque sean de naturaleza diferente, no dejan de
estar relacionados. Si bien parece que haya que admitir que las
diversas modalidades del mundo exterior condiciona de alguna
manera al mundo interior, es sólo este mundo y no al
revés el que tiene la capacidad de captar, y hacer suyo en
cierto modo, mediante el conocimiento, el mundo exterior, lo que
hace posible que el hombre actúe sobre la realidad material
y la transforme.

Dada esta capacidad exclusiva, y sin negar la influencia
indicada inconsciente de la realidad exterior, parece que no hay
duda, a mi juicio -dice Sierra Bravo- que es el mundo interior,
la razón y el pensamiento, el que domina sobre el mundo
exterior y no viceversa, y el que, por medio del conocimiento,
pone en relación uno con otro.

1.2.1.1. Presupuestos básicos del
conocimiento
.

-  Ambos, mundo interior y exterior, son, por tanto,
los que junto con la capacidad indicada del interior de captar o
hacer suyo en cierto modo el mundo exterior, constituyen los
presupuestos básicos, en general, del conocimiento, es
decir, los supuestos previos indispensables para que toda forma
de conocimiento pueda tener
lugar.           

El conocimiento científico
es una modalidad muy  cualificada, dentro del conocimiento
general. Por ello, los supuestos previos indispensables para que
el conocimiento pueda tener
lugar, siguen siendo presupuestos fundamentales de la
ciencia.           

Entre ellos, es decir entre el mundo exterior, el mundo
interior y la capacidad de éste de captar aquél, es el
presupuesto de la existencia del
mundo exterior el que presenta particularidades más acusadas
en el conocimiento
científico.           

En él no se trata, como en el conocimiento vulgar, de
captar los fenómenos y sus aspectos únicamente, sino
que lo que se pretende es lograr el conocimiento más
completo y profundo de ellos posible, y no de manera estática e independiente,
sino en su cambio y en sus relaciones con
los demás.     

En este sentido, no podemos dejar de señalar que el
acopio del saber existente, como estudiante o como estudioso o
como difusor de conocimientos o dentro de la praxis profesional, permiten
la delimitación de problemas de investigación o
plantear hipótesis sobre determinadas interrogantes no
resueltas y que pueden incentivar el inicio de un estudio
científico. Al respecto, BRIONES señala que la
"investigación científica es una práctica apoyada
en una experiencia personal y colectiva que
incorpora tanto los principios y los supuestos
básicos como las teorías existentes en la
región de la realidad natural o social hacia la cual se
dirige la investigación"

[2].1.2.1.2. Presupuestos
peculiares de la
ciencia
.-                                              

Por las razones indicadas, es decir, lograr el conocimiento
más completo y profundo de ellos posible a través del
cambio y de las relaciones con los demás, se consideran como
presupuestos peculiares de la ciencia:

a)           
La existencia en el mundo exterior de seres y fenómenos y de
aspectos en ellos diferentes y variables, relacionados entre
sí e interdependientes.

b)           
La existencia de uniformidades y regularidades en la constitución, relaciones y
cambio de todos ellos y de sus aspectos.

Por último, la capacidad del mundo interior de captar el
mundo exterior supone, con relación a la ciencia, la
confianza en el poder de la razón para
comprender el mundo exterior y explicarlo.

1.2.2.    Actitud en la investigación
científica con relación al conocimiento precedente.

-                       
La regla fundamental sobre esta punto es, sin duda, que esta
posición debe ser una independencia de juicio o de
una cierta ruptura respecto al conocimiento
precedente.           
De ahí la necesidad en la tesis y en el trabajo científico de
la ruptura con los conocimientos previos, como uno de los
elementos de la actividad
científica           

Se subraya el hecho de que especialmente el conocimiento
científico viene después de otros conocimientos
anteriores, cualquiera que sea su procedencia, los cuales pueden
condicionar la actividad científica. Por tal razón es
necesaria una ruptura con ellos no total – que sería
imposible – sino en el sentido de adoptar una posición
independiente y un distanciamiento crítico de los
mismos.           

Sin embargo, el fundamento último de esta regla se
encuentra en dos de las ideas básicas del método científico:
la duda y la prueba empírica como criterio último de
verdad
científica.           

LA DUDA científica implica la independencia de juicio
postulada por esta regla, la no aceptación, desde un punto
de vista científico, de ninguna idea como absoluta o
definitiva.           

En cuanto a LA PRUEBA EMPÍRICA como criterio último
de verdad, supone condicionar la aceptación de cualquier
teoría científica,
no sólo a las pruebas empíricas
realizadas, sino también a las que se pueden realizar en lo
sucesivo.           

"Si después de una lectura sugestiva nos sentimos
débiles, dejemos parar algunos días; fría la
cabeza y sereno el juicio, procedamos a una segunda y hasta una
tercera lectura. Poco a poco, los vacíos aparecen; los
razonamientos endebles se patetizan; las hipótesis
ingeniosas se desprestigian y muestran lo deleznable de sus
cimientos; la magia misma del estilo acaba por hallarnos
insensibles; nuestro entendimiento, en fin, reacciona" (Ramón y Cajal, 1,944,
36).           

"Es necesario – escribe Claude Bernard (1,960, 163)- no creer
en nuestras observaciones ni en nuestras teorías sino a
reserva de su verificación experimental. Los hombres que
tienen una fe excesiva en sus teorías o en sus ideas, no
sólo están mal dispuestos para hacer descubrimientos,
sino que también hacen muy malas observaciones con una idea
preconcebida. También sucede que los que creen demasiado en
sus teorías no creen en las de los demás".

           
Esta regla negativa se debe complementar con otra regla positiva
y de distinto signo. No se trata sino de la regla de oro de Santo Tomás de Aquino: "No
pienses en quién dice las cosas, antes todo cuanto se dice
de bueno confíalo a la memoria".

 El hecho es que hay que escuchar con
respeto a cualquiera sin
por ello eximirnos de pronunciar juicios de valor… Pero aquel
episodio me ha enseñado que si se quiere investigar no
hay que despreciar ninguna fuente, y esto por principio.
Esto es lo que yo llamo humildad
científica.

                 
HUMBERTO ECO.

 1.2.3.    Actitudes que se deben adoptar
respecto al trabajo de investigación en general

.-     Aquí, la regla
fundamental en cuestión se puede expresar diciendo que
consiste nada más y nada menos que en vivir la
investigación o la tesis; entregarse a ella, sin reservas,
totalmente. De ningún modo se debe ver esta regla como un
ideal, sino como una necesidad para el que quiera realizar algo
que merezca la pena mediante su trabajo investigador. Su
cumplimiento resulta reclamado por la complejidad, dificultad e
importancia crecientes de la investigación
científica.           

Del mismo modo que la vida supone un espíritu que la
anima, igualmente se puede afirmar que la tesis o
investigación supone un espíritu y exige la integración y
conjugación de los dos factores internos y externos
indicados.1.2.3.1. Aspectos que animan la
investigación.-                                              

En el espíritu que debe animar la investigación se
pueden distinguir cuatro aspectos:

1)           
El deseo de saber o curiosidad científica.

2)           
La pasión por la verdad.

3)           
La búsqueda de la satisfacción de descubrir algo nuevo
y de realizar obras que perduren y nos sobrevivan; y,

4)           
La voluntad de ser útil a los hombres.

El deseo de saber, la curiosidad "nace con el hombre y con
él desciende a la sepultura, después de haberle
acompañado en la infancia, en la juventud y en la vejez".

Pero mientras en los demás hombres esta inclinación
acaba atrofiándose, en mayor o menor grado, ante la
dificultad de encontrar respuestas convincentes a los enigmas el
mundo y de la vida, en el investigador científico debe
ampliarse y agudizarse continuamente porque es la raíz y el
nervio de toda actividad investigadora y la que mantiene su pulso
y su tensión.La curiosidad o actitud interrogativa del
investigador, hace alusión al hecho de que Generalmente un
científico con cierta experiencia mantiene una actitud
inquisitiva que puede facilitar la detección de problemas.
Sin embargo, como señala Marín, la "curiosidad personal
depende por lo general de algún contacto, ya sea con otras
personas o con la bibliografía, lo cual
crea en la personas el interés en encontrar una
explicación o una solución a un problema".

[3] Asimismo no se debe desechar
el papel que tiene la práctica en el investigador para
alcanzar esta capacidad. Al respecto Best señala que la
"experiencia universitaria del graduado estimulará la
actitud interrogativa hacia las prácticas dominantes y
fomentará la preocupación por los problemas"  

[4]."Es el primer momento en la
relación sujeto – objeto y opera en el área
congnoscitiva del sujeto cuando entra en contacto con los
diversos objetos jurídicos de conocimiento. La curiosidad es
una inquietud que surge en el estudiante y que lo predispone para
fijar su mente en algún atributo, característica o
institución de un objeto determinado. La curiosidad es
consecuencia de varios factores, generalmente derivados del medio
socio – cultural del estudiante y del contacto positivo y
orientador de maestros que naturalmente transmiten entusiasmo y
creatividad en los grupos".

[5]La Pasión por la Verdad,
es el complemento obligado del deseo de saber. Este, si es
verdadero, sólo se satisface con la consecución de la
verdad y se opone frontalmente a la mentira. El deseo de saber, para
que sea genuino, debe ir acompañado, pues, de la pasión
por la verdad, que comprende no sólo la conformidad objetiva
del saber obtenido con la realidad, sino también la
correspondencia subjetiva de lo que se manifieste al interpretar
y comunicar los resultados, con lo que realmente descubierto en
la investigación. La pasión por la verdad implica, en
fin, el esfuerzo por ver y juzgar objetivamente las propias
investigaciones e hipótesis sometiéndolas a una
rigurosa autocrítica. "La crítica es el arma
más poderosa de toda metodología de la ciencia:
es la única seguridad que tiene el
científico de que no persistirá en el error. Toda
experimentación es crítica". (Medawar, 1,982, p.
137.).

La búsqueda de la satisfacción de descubrir algo
nuevo y de realizar obras que nos perduren y sobrevivan; o el
gusto por la originalidad científica y la pasión por la
gloria constituyen sin duda otros dos factores importantes que
deben animar la tesis o investigación científica.
Escribe don  Santiago (1,944, 52), "nuestro principiante
correrá el riesgo de fracasará sino
posee, además, afición decidida hacia la originalidad,
gusto por la investigación y el deseo de sentir las
fruiciones incomparables que lleva consigo el acto de
descubrir".

En fin, la voluntad de ser útil a los hombres, librarlos
de sus miserias y contribuir a su felicidad y al desarrollo de todas sus
posibilidades, no debe faltar, como el último impulso,
más noble y generoso, entre los factores indicados que deben
animar toda labor investigadora.El factor interno de recogimiento
y separación con relación a la vida que es la
investigación, comporta, en primer lugar, consagrarse a la
misma. Como afirma Sertillanges (1,965, 36) el intelectual, y con
más razón si es investigador, es un consagrado debe,
por tanto, entregarse a su obra, estimulando todo lo que la
favorezca y excluyendo todo lo que la dificulte En segundo lugar,
pide que en el trabajo concreto de investigación
se procure lograr la máxima concentración y una
preocupación continua respecto a las cuestiones
planteadas.

Por último la vida de la investigación, en su factor
externo, se debe manifestar primero en una atención constante bien
despierta, no sólo respecto al desarrollo del proceso de
investigación hasta en sus mínimos detalles, sino a
todo lo demás que ocurre en el mundo de la ciencia y de la
vida que pueda estar en relación con ella; y, segundo, en un
trabajo continuo ordenado, con dedicación y
perseverancia.

 Hacer una tesis significa aprender a
poner orden en las propias ideas y a ordenar los datos: es una especie de
trabajo metódico; supone construir un "objeto" que, en
principio, sirva también a los demás. Y para ello
no es tan importante el tema de la tesis como la
experiencia de trabajo que comporta".

                  
        
UMBERTO
ECO

1.3.  REGLAS
GENERALES REFERENTES A LAS OPERACIONES BASICAS DE LA
INVESTIGACIÓN

Las operaciones de la investigación constituyen, sin
duda, el campo propio de las técnicas específicas,
peculiares de cada ciencia. Respecto a estas operaciones existen
algunas reglas válidas y aplicables en toda
investigación
científica.           

Su exposición se realizará
aquí agrupándolas en las dos grandes divisiones de la
investigación: los contextos de descubrimiento y de
justificación.           

Respecto a las operaciones del proceso de investigación,
se puede afirmar que al primer contexto, el de descubrimiento,
pertenecen principalmente las que se pueden llamar operaciones
básicas o preliminares de la investigación,
descubrimiento del problema, formulación de hipótesis,
operativización de variables, etc..

En cambio, al segundo, el de justificación, corresponde
todas las operaciones del proceso de verificación
propiamente dicho: observación o recogida de
datos, clasificación y análisis.

 Hay que tener perseverancia y sobre
todo confianza en sí mismo. Hay que creer que se
está dotado para alguna cosa y que esta cosa hay que
obtenerla cueste lo que cueste.

                       
MARIE CURIE

Hacer una tesis significa: (1) localizar un tema
concreto; (2) recopilar documentos sobre dicho
tema; (3) poner en orden dichos documentos; (4) volver a
examinar el tema partiendo de cero a la luz de los documentos
recogidos; (5) dar una forma orgánica a todas las
reflexiones precedentes; (6) hacerlo de modo que quien la
lea comprenda lo que se quería decir y pueda, si
así lo desea, acudir a los mismos documentos para
reconsiderar el tema por su cuenta.

                        
UMBERTO ECO

 1.3.1.    El Contexto de
Descubrimiento
.-                       

Entre las operaciones principales de este contexto, destacan
el hallazgo del problema y la invención de hipótesis.
Tanto en uno como en otro caso, no existen propiamente reglas
cuya observancia capacite para efectuar concretamente estas
operaciones.

1.3.1.1. Hallazgo del
Problema
.-                                              

La norma más importante que se pueda dar, quizá, en
el caso de hallazgo del problema, presenta carácter previo y es la
que pone de relieve la importancia
básica en la investigación de centrar el problema
certeramente. Segun Einstein (vid. Freedman, 1,949, 59) la
formulación de un problema es a menudo más esencial que
su solución, que puede ser meramente una materia de destreza
experimental o matemática. La
especificación del problema a investigar implica que se ha
comprendido plenamente el tema de la investigación, hasta el
punto de poder determinar exactamente los interrogantes
principales que plantea y a cuya resolución se debe orientar
la investigación.

1.3.1.2. Invención de
Hipótesis
.-                                              

A este respecto, las reglas que se pueden ofrecer han de ser
también de carácter previo. Tal carácter tiene la
norma que subraya en la investigación científica la
necesidad de trabajar con hipótesis. Implica la capacidad de
derivar ideas nuevas, dados los términos de la cuestión
investigada y las circunstancias conocidas de la misma, no
sólo sobre su solución, sino también sobre la
razón de ser, motivos, condiciones y rasgos no conocidos del
fenómeno estudiado, a efectos de su verificación
posterior a lo largo de la
investigación.        

Generalmente el investigador, frente al problema de estudio
delimitado se plantea algunas posibles explicaciones o respuestas
provisionales, cuyos enunciados vienen a constituir las
hipótesis de la investigación. Al término del
estudio las hipótesis pueden ser confirmadas, rechazadas o
modificadas. Debemos anotar al respecto que la hipótesis es
concebida también como una forma de conocimiento
teórico científico, cuya conceptuación no es
equivalente a las hipótesis de trabajo de un proyecto de investigación
científica determinada, y que generalmente puede ser el
resultado alcanzado en una investigación anterior.

Generalmente se considera que después de precisar o
delinear el problema de investigación, el paso siguiente
consiste en intentar explicarlo. LA respuesta probable es
conocida como hipótesis. Al plantear una hipótesis
determinada el investigador especifica el foco de la
recabación de información y puede
estructurar un procedimiento de
recopilación de datos, cuyo objetivo es verificar la
verosimilitud de la hipótesis como probable explicación
del
problema.           

En suma, la hipótesis dentro de un proyecto de investigación;
es un tipo de enunciado o proposición relacional entre dos o
más variables que puede constituir la solución de un
problema o bien un intento de explicación o una respuesta
tentativa o "provisional" al problema de
investigación.           

En realidad trabajamos, consciente o inconscientemente, con
hipótesis siempre que realizamos algo de forma inteligente
con un fin racional determinado. En estos casos, explícita o
implícitamente, siempre hay una hipótesis, por lo menos
la de que la idea que nos guía es adecuada para conseguir el
fin pretendido. De ahí que se pueda afirmar con Bunge
[6] que "en la vida ordinaria
estamos construyendo hipótesis todo el día; incluso
cuando obramos automáticamente lo hacemos en base a ciertas
hipótesis tácitamente aceptadas, o sea, en base a
presuposiciones".           

Según lo anterior,  es exigible trabajar con
hipótesis para que la tesis o la investigación no se
limite a ser una mera repetición mecánica de las fuentes y datos manejados,
sino para que éstos, ante todo, sean la base de la
imaginación de ideas, que extiendan el conocimiento de la
realidad ofrecido por dichos datos y fuentes a posibles nuevos
aspectos de aquélla no pretendidos antes.

           
A modo de consecuencia de lo anterior, merece atención otra
regla del mismo tipo sobre la importancia, en toda tesis o
investigación científica, de derivar continuamente
consecuencias probables aún no conocidas de los datos
obtenidos a lo largo de ella. El razonamiento clásico
aplicable al efecto es el condicional, de tanta aplicación
en las ciencias, que adopta la forma
"si….. entonces": si se dan tales principios… entonces se
debe haber producido también tal consecuencia. Por ejemplo,
si el nivel cultural de una población es mayor,
entonces habrá aumentado la tasa de venta de la prensa diaria y de revistas. El
contraste de estas hipótesis a lo largo de la
investigación nos reafirmará, si se confirman, en
nuestros punto de vista; en caso contrario, nos obligará a
perfilar más profundamente los datos y principios de
partida. En todo caso, la formulación de hipótesis se
debe ajustar a la regla fundamental siguiente, expresada por
Bunge como obvia respecto al método científico:
proponer conjeturas bien definidas (específicas y
empíricas) y no suposiciones que no comprometan en
concreto.

 Inútil será recordar que
todos los grandes investigadores han sido fecundos
creadores de hipótesis…
Difícil es dictar
reglas para imaginar hipótesis. Quien no posea cierta
intuición del encadenamiento causal, instinto
adivinatorio para columbrar la idea en el hecho y la
ley en el fenómeno,
pocas veces dará, cualquiera que sea su talento de
observador, con una explicación razonable.

                       
RAMON Y CAJAL

 Lo bueno de un procedimiento
científico es que nunca hace perder tiempo a los demás:
también trabajar siguiendo el surco de una
hipótesis científica para descubrir después
que hay que refutarla es hacer algo útil bajo el
impulso de una propuesta precedente. Si mi tesis sirve para
animar a alguien a efectuar otras experiencias de
contrainformación entre obreros (aunque mis
suposiciones fueran ingenuas), he logrado algo
útil.

                     
UMBERTO ECO

 1.3.2.    El Contexto de
Justificación
.-                       

Respecto a este contexto, se puede considerar, en primer
lugar, la cuestión de las técnicas de observación
empleadas en la investigación.

1.3.2.1. Técnicas de
Observación
.-                                              

A este respecto, la regla básica parece ser la
práctica, a ser posible, de la llamada modernamente
triangulación o empleo de distintas técnicas o procedimientos a la vez respecto
al mismo objeto. Esta regla la encontramos ya formulada por Cajal
cuando dice que "a ser posible, aplicaremos varios métodos al mismo tema, y
corregiremos las deficiencias de los unos con las relaciones de
los
otros".           

Denzin (1,970, 472) distingue, además de la
triangulación de técnicas en el sentido indicado, la
triangulación teorética, que implica el uso de
perspectivas teóricas diferentes en el análisis del
mismo conjunto de datos; la triangulación de datos, que
intenta reunir observaciones con múltiples estrategias muestrales y,
finalmente, la triangulación de investigadores, que implica
el empleo de más de un observador independiente en la
investigación.           

Si no puede ser así, Cajal recomienda escoger la
técnica más exacta, la que dé imagines más
claras y concluyentes. En la investigación científica
los menores procedimientos son de mayor
importancia.           

Operación central en el contexto de justificación
significa la observación de la realidad investigada con el
fin de obtener datos referentes a la misma y contrastar, en su
caso, las hipótesis formuladas.

1.3.2.2.       Algunas reglas
que pueden considerarse como parte de las técnicas generales
del trabajo de investigación científica.-Aquí, las
reglas que se pueden considerar formando parte de las
técnicas generales del trabajo de investigación
científica son, sin duda, más numerosas que en los
casos
anteriores.           

Entre ellas, merecen especial mención las siguientes:

1)           
"Ver las cosas por primera vez". Esta regla, según
Ramón y Cajal (1,944, 98-9), exige "limpiar la mente de
perjuicios y de imágenes ajenas, hacer el
firme propósito de ver y juzgar por nosotros mismos, como si
el objeto hubiera sido creado expresamente para regalo y deleite
de nuestro intelecto. Es preciso, en fin, – continúa-
renovar en lo posible aquel estado de espíritu
-mezcla de sorpresa, emoción y vivísima curiosidad- por
el que atravesó el sabio afortunado que descubrió el
hecho considerado por nosotros, o que planteó primeramente
el problema".

Muchos de los problemas que se aprecian en nuestro entorno
social o en las instituciones, o bien en el
sistema normativo legal, pueden
generar o incentivar estudios o investigaciones científicos
de orden jurídico social. Esto significa también que el
investigador debe ser una persona que a través de la
observación directa, se informa de los problemas de la
realidad en la que se desenvuelve como científico social o
de otra área. Por ello CRAIG Y METZE, dicen que "algunas
veces un problema de investigación se identifica mediante la
observación de los eventos que ocurren en la vida
diaria. Por ejemplo, la investigación que le permitió a
Roentgen descubrir los rayos X se originó en unas
placas fotográficas expuestas accidentalmente a la radiación.."
[7]

Siéntate frente al hecho como un niño,
muéstrate preparado a renunciar a cualquier concepto preconcebido,
dirígete humildemente hacia donde la naturaleza te
conduzca, o nunca aprenderás nada.

                       
TOMAS H. HUXLEY

 2)   Simpatía por lo
observado. La anterior regla, D. Santiago la enlaza con otra que
dice "encarecida insistentemente por los maestros de la
investigación científica".

De acuerdo con ella: "No basta examinar; hay que contemplar:
impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas;
hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la
inteligencia. Sólo así nos entregarán su
secreto".

3)    Selección de los hechos. Esta
regla es uno de los principios del método científico.
Postula la aplicación en la investigación de un
criterio selectivo, tanto en la elección del fenómeno a
estudiar como de los hechos que se consideren más
significativos. Es necesario buscar alturas o miradores desde los
que se dominen las ideas y los hechos, así como que se
preste especial atención, por su significatividad, a las
suturas y transiciones ideales o fácticas.

En esta línea, sin olvidar la atención debida a los
detalles o particularidades, a veces nimios, que frecuentemente
pasan inadvertidos y que en ocasiones resultan claves para la
solución de un problema, merecen especial atención los
datos imprevistos, anómalos y estratégicos que surjan
de manera casual a lo largo de la investigación.

Un problema podrá ser objeto de estudio científico
sólo si es resoluble; y un problema es resoluble cuando
existen argumentos empíricos que permitan responder si o no.
En otros términos, para que la interrogante (problema)
planteada sea susceptible de respuesta, debe ser tal que la
observación o la experimentación en la realidad objeto
de estudio pueda proporcionar la información necesaria. Esto
significa que no todas las preguntas que se pueda formular las
puede contestar la ciencia, la misma que estudia sólo
hipótesis que pueden ser sometidas a prueba. Por ello Jaime
Arnau señala "un problema será resoluble si a) puede
formular una hipótesis pertinentes como intento de
solucionar el mismo, y b) si esta hipótesis es comprobable
empíricamente"

[8] . Si no es posible hallar
una respuesta al problema sugerido, por razones diversas que
impidan su posibilidad, no tendría razón de ser
persistir en un proyecto de dicha naturaleza.

 Cuando te encuentres con algo
interesante, desecha todo lo demás y
estúdialo.

                     
B.F.SKINNER.

 4.-   Conjugar diversos puntos de vista.
Se trata ahora de no limitarse a un solo enfoque, sino partir
desde varios que se complementen: por ejemplo, el particular y el
universal, el teórico y el práctico; de ver lo
investigado, no sólo aisladamente, sino también en su
ambiente y formando parte de
un todo más amplio; de mirarlo, en fin, de frente y desde
cualquier
lado.           

Toda visión intelectual es muy limitada y se realiza
concentrándose en un punto mental; de ahí la necesidad
de superar esta limitación en lo posible mediante la
conjugación de distintos puntos de
vista.           

Finalmente, respecto a la verificación, se pueden
señalar las siguientes reglas fundamentales: "Someter las
hipótesis a contrastación dura y no laxa y no declarar
verdadera una hipótesis satisfactoriamente confirmada;
considerarla, en el mejor de los casos, como parcialmente
verdadera". Es decir, que dentro del equilibrio debido, la
tendencia en el investigador debe ser la de refutar las
teorías e hipótesis y no la de
conservarlas.           

Generalmente se considera que después de precisar o
delinear el problema de investigación, el paso siguientes
consiste en intentar explicarlo. La respuestas probable es
conocida como la hipótesis. Al plantear una hipótesis
determinada el investigador especifica el foco de la
recabación de información y puede estructurar un
procedimiento de recopilación de datos, cuyo objetivo es
verificar la verosimilitud de la hipótesis como probable
explicación del
problema.           

En suma, la hipótesis dentro de un proyecto de
investigación; es un tipo de enunciado o proposición
relacional entre dos o más variables que pueden constituir
la solución de un problema o bien un intento de
explicación o una respuesta tentativa o "provisional" al
problema planteado.

1.4.-   EL
INVESTIGADOR

Con referencia del trabajo de investigación
científica es indudable que el investigador debe:

a)           
Estar dotado de ciertas aptitudes básicas.

b)           
Haber alcanzado una formación adecuada.

c)           
Estar adornado de ciertas cualidades, y

d)           
Disponer de ciertos medios.

1.4.1.     Aptitudes
Requeridas.

-En cuanto a las aptitudes requeridas, se reconoce
generalmente que de ninguna manera es preciso que estas aptitudes
sean en todo caso excepcionales en el orden intelectual. Puede
bastar poseer un nivel mental medio, siempre que vaya
acompañado por una firme voluntad y sobre todo por una
decidida vocación investigadora, es decir, por una sentida
inclinación hacia las tareas y el modo de vida que supone la
investigación.

"La lista de los aptos para la investigación
científica es mucho más larga de lo que se cree, y se
compone, no sólo de los talentos superiores, de los
fáciles, de los ingenios agudos codiciosos de
reputación y ansiosos de enlazar su nombre a una obra
grande, sino también de esos entendimientos regulares,
conocidos con el dictado de mañosos, por la habilidad y tino
con que realizan toda obra manual; de estos otros dotados de
temperamento artístico y que sienten con vehemencia la
belleza de las obras de la naturaleza; en fin, de los meramente
curiosos, flemáticos, cachazudos, devotos de la religión de lo menudo y capaces de
consagrar largas horas al examen del más insignificante
fenómeno natural" (Ramón y Cajal. 1,944,31).

1.4.2.     Formación del
Investigador.

-La formación del investigador debe ser en general lo
más completa posible: exhaustiva y profunda en el área
propia de su especialización, y continua para no quedarse
rezagado respecto a los nuevos avances científicos, de modo
que a través de la lectura de las nuevas
publicaciones, libros, revistas,
monografías, de la asistencia a las convenciones
científicas y de contactos habituales con científicos,
nacionales y extranjeros, se esté siempre al día.

El investigador debe ser un consagrado a la ciencia. Por ello
ha de procurar la no disipación de sus energías
físicas, llevando una vida sana que mantenga siempre a su
cuerpo en las mejores  condiciones para el trabajo de
investigación. Asimismo, ha de ser cuanto sea necesario para
que este trabajo tenga lugar en las mejores condiciones
ambientales posibles.

1.4.3.   Cualidades                     

Respecto a las cualidades, es, sin duda, vano el intento de
realizar una enumeración completa y válida para todas
las ciencias.      

"En la investigación no se puede prescindir del sentido
común, y mejor nos irá si poseemos algunas de aquellas
anticuadas virtudes que inexplicablemente parecen haber
caído en descrédito. Quiero decir, la aplicación,
la diligencia, el sentido del propósito, el poder de
concentración, de perseverar y no dejarse vencer por la
adversidad al encontrar, por ejemplo, después de larga y
trabajosa investigación, que una hipótesis que nos era
cara en gran medida es errónea". Entre todas ellas, acaso
merezca destacarse la tenacidad. "Mi única fuerza – decía Pasteur-
reside en mi
tenacidad.           

El investigador no debe ser unilateral, ni siquiera en sus
cualidades, sino que en él se debe dar, además de la
indispensable honestidad intelectual y la
agudeza inventiva, una combinación de virtudes opuestas que
se contrapesen entre sí, tales como la receptividad y el
escepticismo, la concentración y el distanciamiento, la
exactitud y la tolerancia de la incertidumbre,
el idealismo y el sentido
común.           
           

1.4.4.    Medios Materiales.-                       

Por último, el investigador necesita disponer de medios
materiales, tales como bibliotecas, laboratorios, e
instrumentos y también de ciertas condiciones sociales, la
compañía de otros científicos, un ambiente
adecuado y un cierto reconocimiento
social.           

La revisión de la literatura existente sobre el tema o
área de interés del investigador, esto es, la lectura
de libros, revistas, artículos especializados,
monografías, trabajos de investigación, pueden sugerir
o aclarar un problema de investigación.  

Al respecto Pick y López recomiendan que en la lectura de
la literatura se debe ir de lo general a lo específico, o en
otros términos, primero revisar la bibliografía que
procure una visión o comprensión general o global del
tema que se pretende investigar o sea una lectura de tipo
general. Luego de ello se debe continuar con la revisión de
la literatura "pero ya de una manera específica es decir
buscando el tema concreto que nos interesa, hasta llegar a
plantearnos el problema específico que vamos a tratar"
[9].

Sin embargo, se debe tener en cuenta que lo principal es la
tenacidad, la imaginación y la intuición y que
frecuentemente grandes realizaciones científicas han tenido
lugar en situaciones de escasez y deficiencia de medios y
condiciones
materiales.           

En síntesis, la dedicación
a la investigación debe ser la respuesta a una verdadera
vocación. Según G. Marañón (1,936, 28) "la
vocación genuina, pudiéramos decir ideal, es algo muy
parecido al amos. "Es, ha dicho Pierre Termier, una vocación
de amor". Por lo tanto, una
pasión que tiene las características del amor, a saber:
la exclusividad del objeto amado y el desinterés absoluto en
servicio".

 El buen investigador ha de tener a la
vez ideas nuevas, buena formación y buena técnica
de trabajo. A los malos investigadores les falta siempre
uno por lo menos de estos tres requisitos.

                
PEDRO LAIN ENTRALGO.

1.5.-  ETICA Y
CIENCIA

1.5.1.    
GENERALIDADES.-

El hombre dentro de su realidad obtiene alguna forma de
conocimiento o saber de muchos aspectos que le interesan o
preocupan. De este modo podemos deducir y afirmar que el ser
humano es un sujeto cognoscente, que teniendo frente a si un
mundo heterogéneo, tanto fáctico como ideal y
normativo, adquiere diversos niveles de saber de dicha realidad
multiforme.           

El conocimiento, como actividad humana, consiste en una
aprehensión intelectual o cognoscitiva del objeto que le
interesa conocer. Esto significa a su vez que el saber de algo no
es idéntico o igual al objeto aprehendido o no conocido,
existiendo diversas apreciaciones sobre este particular que
dejamos a la teoría del conocimiento.

           
Hay que considerar también que el conocimiento humano del
mundo ha tenido y tiene un avance o desarrollo histórico,
generalmente ascendente, desde sus incipientes manifestaciones
hasta el conocimiento de nivel más complejo de periodos
posteriores. Otra condición que no podemos pasar por alto es
que el conocimiento existente, que fue adquirido por diversos
estudiosos y que se va acumulando incesantemente, pueden ser
también aprehendidos por otros aunque no mediante una
experiencia directa o empírica y de interrelación con
el objeto cognoscible, sino de modo teórico, constituyendo
de esta manera una forma de saber que se adquiere por experiencia
directa.

Partes: 1, 2, 3
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